dilluns, 9 de juny del 2014

¿18 años?


¡Qué guapos están todos! Hay gente incluso que se ha comprado la ropa solo para esta ocasión. Hay otra gente que ni siquiera conozco. ¿Qué hacen ellos aquí? Supongo que de repente me he hecho importante. Es muy gracioso porque la mayoría han venido con gafas de sol, mis padres, mis amigas... ¡Con tantas gafas esto parece una reunión de ciegos! Se que no debería bromear sobre esto pero a estas alturas es lo único que puedo hacer. Durante estos días he recordado muchas cosas sobre mi vida, sobre todo las pequeñas cosas que al final te convierten en lo que realmente eres. Me ha venido a la memoria la frase que siempre decía mi madre: “Estas todo el día tumbada, a ver si algún día te levantas y haces algo de provecho”, que sabias palabras mamá y que irónicas, debí de haber hecho caso cuando pude. Me habría gustado hacer muchísimas cosas, saber lo que es estar en la universidad, ir a mi primer día en el trabajo... Supongo que todo eso ya se acabó...

Mamá no llores! Por favor no llores que sino yo también lloraré... ¿Mamá como te has podido sentar tan lejos de mi? Desde la esquina donde te has sentado apenas puedo verte, ¿o es que tu no quieres verme a mi? Mamá sigues llorando y no lo entiendo porque no te deben quedar lágrimas en el cuerpo. Sé que no te gusta verme en esta situación pero no es nada extraño. Papá se lo ha tomado un poco mejor aunque también esta triste. ¿Porqué todo el mundo está triste? Hoy es mi día deberían estar todos alegres y sonriéndome a cambio de eso recibo malas caras y lágrimas. ¿Papá porque no me contestas? Tu siempre me das buenos consejos. ¿Es porque aún estas enfadado porque no recogí mi cuarto?No... No creo que sea eso tu serías incapaz de enfadarte conmigo más de diez minutos. Siempre peleábamos , yo te chillaba, tu me chillabas pero al final siempre acabábamos haciendo las paces.

Volviendo a la realidad, acabo de ver una foto enorme mía en lo alto. ¡Es increíble! Esa es mi foto preferida y ahora hay un poster enorme con ella, ¡que bonito! Aunque hoy también estoy para que me hagan una foto. Me he pasado horas y horas con esa chica tan simpática. Me gustaría haberle dicho que se ha pasado poniéndome colorete y que los ojos no me los suelo pintar así pero al final ha quedado muy bien y realmente parezco otra persona. Nadie parece notarlo porque se que a la gente le gustaba más cuando no iba maquillada.

Mis amigas en cambio no pensaban igual.Para ellas lo importante es ponerte capas y capas de pintura. Yo siempre me reía y les decía que parecían momias. Supongo que ahora a mis amigas les hubiese dado igual si estoy pintada o no. Pensar en ellas me ha recordado aquel día.¡ Qué triste para todos ! y mira que se suponía que iba a ser uno de los mejores días de nuestra vida. Ellas solo querían pasar una noche inolvidable, bailar, pasarlo bien y olvidarse por un instante de las obligaciones que tenemos durante todo el año. Demasiadas cosas pedían ellas, aunque reconozco que yo también estaba emocionada y que nunca pensé que esto iba a acabar tan mal. Ahora ellas se sienten culpables. Sus conciencias no están tranquilas. Incluso desde aquí se puede ver que todas están nerviosas y miran a la mas mayor de todas, que aún me mira como si no acabara de creérselo.

El hombre con la bata blanca acaba de callar y todo el mundo se pone en pie para escuchar a mi hermana hablar. ¿Qué dirá? No lo sé... Pero ella solía hablar muy bien, siempre unía las palabras con tanta gracia que todo el mundo se quedaba embobado oyéndola. Eso era justo lo que estaba pasando ahora pero querida hermanita hoy no vas a tener grandes aplausos ni ovaciones, sé que eso te hubiera gustado al igual que a mí pero hoy la gente esta empeñada en estar triste.

Voy a intentar recordar todo lo que pasó aquel sábado por la noche, aquí todo parece más razonable, más sincero, más agradable. Salí de casa con el vestido mas corto que he visto en mi vida y con unos tacones mas altos que los de Miley Cyrus. Mis amigas y yo pensábamos ir a la discoteca mas grande de la ciudad a disfrutar que la semana que viene cumpliría los 18 años y ya todas seríamos mayores de edad. Pensábamos que nuestro mundo cambiaría de un día a otro, ¡qué ilusas! Nada cambia tan pronto, seguíamos siendo las mismas niñas de siempre pero con vestidos cortos. Conseguimos entrar a la discoteca aunque el portero no se creía que eramos mayores. Una vez dentro decidimos disfrutar de todas las nuevas libertades y empezamos con un Martini, a esto le siguió un vodka, después dos rones con coca cola. Mi cabeza me avisaba que pronto iba a estallar pero como cuando tu coche se va quedando sin gasolina siempre confías en que aún puede hacer unos kilómetros más y así poco a poco el coche se fue parando y dando golpes contra todo lo que se le ponía delante. ¿Sabéis la expresión ésta de siniestro total? Pues yo acabé así o peor. Si, ahora lo recuerdo todo mas claramente.

Lo hecho, hecho está y en la vida no puedes cambiar nada por mucho que lo intentes. Antes he dicho que nada cambia de la noche a la mañana, me he equivocado. Hay una cosa que perturba el sueño a mucha gente, a mí ya no, por suerte o por desgracia.

El hombre de la bata blanca se ha levantado hace una cruz en el aire y pronuncia despacio, muy despacio “ Descanse en paz”. Fue ahí, justo ahí cuando empezaron y acabaron mis 18 años.

Alba Seguí Pérez
Cotes Baixes, Alcoy
4A